6 oct 2008

Bitácora a través del mundo Oblivion. A un día de regresar de Wawawaland

A un día de haber dejado Wawawaland por los festejos de Hit, de regreso a Oblivion, las cosas están tomando otro rumbo. Todo parece estar aguardando algo, en la entrada contemplas el silencio, fúnebre, sombrío. Una mirada a mi lado me desespera, me invade. Una ser encapuchado con su monstruo aguarda a la vuelta de la entrada. Parece ser alguien conocido, podría ser alguien que conozco… quizás.

En los montes todos se encuentran como siempre, tristes, deprimidos y suponiendo otra realidad. Todo aquí es totalmente opuesto al mundo del que vengo, parecen ser personas que no les importa nada, que solo existen por existir, que la hipocresía les invade. Todo es diferente y él me sigue observando hasta que huye y se esconde en aquél monte. ¿Quién será?, su presencia es agradable, pero sigue siendo un peligro para mí hasta demostrar lo contrario.

Continuo mi camino, como todos los días, cubriéndome con un manto y una máscara para parecerme a ellos. Cubro a Racoon de tal forma que parezca un bulto, él no debe ser visto hasta la tarde. Los lugareños lo ven extraño, podrían algún día raptarlo. O quizás tenerlo preso, sería terrible.

Al parecer es un mundo con demasiadas herramientas, tecnología, muy futurista; sin embargo, las personas no aprovechan lo que tienen, prefieren desperdiciar cada herramienta, ocupan su tiempo en hacer cosas totalmente innecesarias, en confundir a la gente pretendiendo ser siempre mejor. Parecer ser que todos aquí se obsecionan por ser el mejor en todo, prefieren llamar la atención y presumir las cosas que no tienen, otros son todo lo contrario, prefieren no hacer nada, nunca ser el mejor, sólo vivir. Es un mundo de caos, todo está destruido y a su vez tan completo. Todo el mundo se queja del mal gobierno, pretenden solucionar cada asunto con bebidas, comidas, dinero, lujos. En fin, el mundo aquí es demasiado confuso.

No obstante existen personas que son diferentes, pero parecen ser foráneos, como la señorita Palito de Pan o Charlie, que parecen ser Tantanes por su aspecto, son extraños aunque fieles a los principios de sí mismos, como en el Mundo Tantan, aunque ellos no parecen tener un nombre con tales términos. A Palito de pan lo conoció Racoon practicando parkour, fue extraño, fue preciso pero tuvo que ser así, al menos no me siento tan solo, hay compañía cerca. Charlie fue un caso diferente, ya que fue encontrado por Racoon en el valle de los objetos perdidos, pero el parece no tener monstruo, no aún. Es común aquí en Oblivion, todos presumen de tener monstruos guardados, de ser extraños y tener Pet Mentalz por doquier, pero, es totalmente falso. Quizás se sientan solos…

Camino por el monte frente al valle blanco, de nuevo él está ahí… ¿quién será?...

El extraño de Oblivion

No hay comentarios:

Publicar un comentario