Im on the pursuit of happiness and I know
everything that shines ain't always gonna be gold
I'll be fine once I get it
I'll be goo-ood...
Then, Tell me what you know about dreams...
More often than not, an artist has natural ability. Of course, from a young age, the artist grows up drawing, painting, sculpting and developing their abilities.
But the true value of an artist is in the talent (or natural ability) they are born with. There is some overlap here: good artists certainly have skill, but artistic skill without talent is, arguably, worthless.
Design, though, is really a skill that is taught and learned. You do not have to be a great artist to be a great designer; you just have to be able to achieve the objectives of design.
Some of the most respected designers in the world are best known for their minimalist styles. They don’t use much color or texture, but they pay great attention to size, positioning, and spacing, all of which can be learned without innate talent
Many designers consider themselves artists because they create something visually attractive, something they would be proud for people to hang on a wall and admire.
But a visual composition intended to accomplish a specific task or communicate a particular message, no matter how beautiful, is not art. It is a form of communication, simply a window to the message it contains.
Few artists call themselves designers because they seem to better understand the difference. Artists do not create their work to sell a product or promote a service. They create it solely as a means of self-expression, so that it can be viewed and appreciated by others. The message, if we can even call it that, is not a fact but a feeling.
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Acerca de la inmortalidad de la miseria en la ignorancia que vigila y sucumbe en los altares permanentes a la hipocresía y a la soledad, que pronto se llena de peregrinos que beben de su hiel.
Permanente a criticar cómo es que se integra una persona, para profetizar lo que sería el vientre de una sociedad divida y abandonada, carente de vibraciones y sonares del alma, que al chocar con el seno de nuestra victoriosa e implacable inconsciencia, transformase en emociones y vida que podemos suplantar en miles de ideas.
Sembrar arraigadamente en la escritura divina de la vida de otro hombre, para poder emprender un viaje al olvido y el susurro de un mañana que tal vez no exista, a sonares que sin querer persistan y eh ahí donde la montaña dorada de la inteligencia del hombre se destruye por el amar inconsciente de otro hombre… y susurran.
Las miradas ocultas debajo de la mesa emprenden una huída navegando por el mar oculto de sus emociones y pasiones ocultas, en las que, el hombre se relaciona y se entremezcla con otro hombre … y se miran.
Atravesando un portal de sensaciones que tiemblan con el pesar de las vistas chismosas, insulsas, que chismorrean uno al otro, diciendo, prometiendo, criticando, el qué pasará, y el por qué de los entes que se aman … y se hunden.
No obstante, la llamada alegría que profana en la vida de estos entes, se disfraza de gozo y danza alrededor de la fuente gloriosa del sexo y la pasión, violando su moral, para convertirse en un esclavo más del pudor y la acción lujuriosa… de caer en el otro, susurrar y hundirse en la boca contraria, para satisfacer el ansia por la necesidad de amarse uno al otro, sin que el tiempo se detenga, ni que prosiga, solo exista, en un segundo eterno, en el que ambos, se miran.
Yahir García
...Abre los ojos que me hacen imaginar,
que me hacen olvidar.
Ni una palabra sobre tu realidad,
sobre tu realidad.
Y el espacio conector
una fuerza que me hace soñar
y en el cielo se formó
una esfera de cristal
que me ilumina...